Todos mis motivos tienen nombre y apellidos.

Una llamada tuya para saber que estás ahí, que te acuerdas de mi por muy separados que estemos. Un mensaje con el que la sonrisa no me quepa en la cara, y que no consiga borrarmela absolutamente nadie, que con un '' buenos días, enana'' soy tuya para el resto del día, que con un '' te quiero'' me tienes para toda tu vida, que con un ''te necesito'' me haces que yo te necesite aun más. Y despertarme así todos los días, eso quiero.

Quiero saber en que piensas cuando me miras de reojo, cuando mi nariz roja te desconcentra y te pones a mirar de un lado al otro, quiero saber en que piensas cuando me apartas la mirada. Quiero que me digas que  valla, que corra a tus brazos, que salte sin miedo porque me vas a agarrar. Porque estas ahí. Porque no me vas a soltar. Una simple llamada, para decirte todo lo que me guardo cuando te miro y que la vergüenza se muera de envidia cuando nos vea abrazados.  

Soy tuya con una mirada, con una sonrisa desde lejos mientras llegas, con un abrazo, me tienes. Me vuelves adicta. Me haces depender de ti, de tu humor, tus risas y lágrimas para llorar y reír, de tu voz, me haces adicta a las llamadas por teléfono de esas que solo sirven para escucharte. Dependo de nuestros días a solas para sobrevivir. Dependo de la distancia para echarte de menos, para saber cual es mi punto débil. Eres todos los motivos que tengo para sonreír, así que recuerda que si no lo haces, yo tampoco. 

 Un ''ven, te necesito''  y lo dejo todo sin mirar atrás. Pero necesito que me necesites, si no para mi nada tiene sentido, no tienen sentido las miradas, los paseos, las llamadas, las risas, los abrazos. Quiero que me digas que valla, porque yo no voy a pedirte que vengas. Si me dices ven lo dejo todo, pero dime ven. 

Sobrevivo sin despertarme a las 7:00, sin un ''buenos días princesa'' y sin el desayuno en la cama nada más despertar. Sobrevivo sin sorpresas ni regalos de cumpleaños o de navidad. Sobrevivo sin abrazos, besos, caricias, sin romanticismo. Sobrevivo sin viajes a lugares nuevos, sin descubrimientos, sin aventura, sin intriga. Sobrevivo sin retos ni sueños, sin aspiraciones ni deseos. Sobrevivo con la rutina, aunque la odie. Sobrevivo con la música a todo volumen en mis cascos mientras paseo, ajena al mundo. Sobrevivo sin veranos, sin vacaciones, sin amigos, por muy sola que me quede, sobrevivo. Puedo sobrevivir sin tus 'hola' por chat, aunque me cueste la vida. Puedo sobrevivir sin despedidas ni reencuentros. Sin esperas, sin prisas, sin ganas de crecer. Puedo sobrevivir con muchas cosas, pero por favor, no me pidas que sobreviva sin sonrisas.

Pd: Te quiero.

Querido tú.
Hola. Escribo esto para que sepas que tengo secretos incluso para ti. Que te oculto muchas veces la cara para que no veas lo que yo, mi reflejo. Por que aun no te he dicho todo lo que te voy a echar de menos o todos los días en los que no saldré a la calle si no es para verte. Aun no te he dicho que cuento los días que faltan para verte, y ni siquiera te as ido. Quizá no quiera añadirle ese toque de amargura que tiene un adiós antes de tiempo que los dos ya hemos experimentado, ¿verdad?. Creo que lo mejor que puedo hacer es cerrar los ojos hasta que vuelvas, y taparme los oídos para no escuchar el tic-tac del reloj. Que si no estoy contigo nunca se detiene.
Bueno, sigo con los secretos. No verte, ese es el peor de mis secretos, lo odio. Oye, pensé en escaparme contigo, creo que eso también podría quedarse en un secreto surrealista entre tu y yo. Como todos los que compartimos. Que no necesito nada ni nadie y vas y te largas. Todo se resume a la tranquilidad de decirme a   mi misma que dentro de poco podré compartir todos los secretos contigo. Para siempre.

Que el cielo no es siempre la meta.

Comprendí que un objetivo debe ser un sueño, que hacerlo realidad debe ser nuestra inspiración y que dejarlo pasar una vez terminado debe ser nuestra tortura. 
Podría decirse que he encontrado la llave de la felicidad. 

We need a change.

Lo normal es que nos conformemos con lo poco que nos dan, que no esperemos más de lo que creemos y que nuestras ambiciones no lleguen a tirarse por la ventana, porque no nos consideramos valientes para hacerlo. 
A mi me gusta experimentar cosas nuevas, cambiar de aires. Viajar. Creo que la mejor solución a la rutina es hacer algo nuevo y diferente. Ponerse pantalones cortos en invierno, hacer esas locuras que hace tiempo que no haces. Correr, saltar, gritar y cantar un poco fuera de la ducha y , ¿por qué no? sentirnos algo más niños. Que eso de crecer deprisa se nos olvide durante unas horas. Horas de felicidad sin prisas. 

Creo que va siendo hora de ganarle la carrera al destino, y de decidir por nosotros mismos lo que va a pasar de aquí en adelante.

Ho voglia di te.

Vine a tomar decisiones para no dejar más preguntas sin respuesta. Vine a decidir con quien quiero malgastar horas y horas delante de un ordenador, con la mente llena de ilusiones y las realidades por los suelos. Vine a sacar las verdades a paseo, porque no me van las mentiras detrás de una pantalla. Porque me llené de momentos contigo. De nuestras tardes, nuestros paseos. Nuestras despedidas. Nuestras miradas y sonrisas. Mi poca sinceridad. Tus tonterías, mis carcajadas, nuestra corta amistad. 
No me gustan las sonrisas fingidas aunque (valga la redundancia) me haya convertido en especialista en esos temas. Y es que vine a decirte que quiero que me mientas todo lo que quieras, que me acompañes a mi casa entre abrazos y sonrisas. Que las canciones nos suenen  a recuerdos y las charlas se hagan tan esperadas como interminables. Que estés presente a casa segundo de mi vida. Vine a plagarte de felicidad en forma de besos. Que estoy cansada de no verte. Así es. Me he vuelto adicta a ti. Y vine a que escribamos un futuro juntos, sin punto final.

Tengo una idea, vamos a soñar despiertos que hacemos realidad nuestros deseos, porque puede que si lo deseamos con todas nuestras ganas se hagan realidad. 

La vida es una cuenta atrás.

He decidido no quedarme sentada a ver como el tiempo pasa y mi vida se consume. He preferido vivir el momento y exprimirlo al máximo lo antes posible para que el tiempo no se lleve lo que no supe disfrutar. He decidido tener otra perspectiva a cerca de ver los caminos a seguir y es que me he cansado de dirigirme siempre a donde va todo el mundo, sin rumbo fijo, a ninguna parte. Yo antes era así, ya no. Voy a seguir con quien quiera continuar a mi lado y voy a hacer las cosas a mi gusto, ya está bien de sentarse en una piedra a mirar al cielo. He decidido dirigir la carrera sin rumbo de mi propia vida. 

Vamos a ser felices el resto de nuestras vidas.

Parece ser que decidimos esperar a la felicidad como un premio que , a modo de lotería, unas veces toca y otras no. Que la definimos como si fuese algo que aparece y desaparece como el humo del café cuando se enfría. Y es que dejamos que se enfríe sola y aveces un poco abandonada. 
Pienso, por mi parte, que la felicidad es algo que se aviva solo cuando tú la soplas pero que también es algo que está presente en todas nuestras acciones diarias. ¿Quién te dice a ti que ver todos los días a la gente que quieres no es felicidad?. Yo soy de las que prefiere ver el vaso medio lleno, aunque se vacíe más de lo normal. Podré vivir a las tres de la tarde pero mi reloj funciona como ninguno. Soy de las que saltan al vacío y cierra los ojos esperando que sea agua lo que hay al final del barranco. Y podría asegurarte que es la sensación de felicidad más grande que existe para mi. 

También se dice felicidad.

Sonríes, ríes, te mueres a carcajadas. Nos sirven para recordar, nos dan dolor de barriga, nos marean. Hay sonrisas que aparecen cuando más lo necesitas, cuando menos te lo esperas, cuando lo deseas. Sonrisas porque sí, son las que adoro, reír sin más, eso a lo que muchos llaman la edad del pavo, donde a penas se nos borra la sonrisa de oreja a oreja, cuando una carcajada es tu medicina diaria y la mayor diversión es volverte a reír.

Sonrisas de regalos de cumpleaños, de sorpresas que te llenan el corazón, sonrisas llenas de 'te quiero' o de 'no ha podido pasar en mejor momento', sonrisas de ahora o nunca. De las que llenan la mente y no dejan espacio para nada más.Sonrisas de 'te acuerdas de...', sonrisas que cautivan, sonrisas escondidas, sonrisas de inocencia. Hay tantas. Días en los que una sonrisa lo arregla todo, días en los que las hechas en falta. Sonrisas de esperanza, alegría, felicidad, amor. Sonrisas de 'no te marches'. Sonrisas que se necesitan.Sonrisas para sobrevivir. Sonrisas de nostalgia. Felicidad, después de todo.

Nostalgia.

Encontramos la felicidad en tiempos pasados, sin saber el porque, sin darle sentido. Nostalgia, esa que aveces silba una canción de melancolía y desafina en una nota. La partitura mal escrita de una canción resumida, de una fábula sin animales, ni moraleja.
La nostalgia llora en las esquinas, seca sus lágrimas al viento y acaricia las hojas que se dejan llevar. Nunca llega a avisar pero todos notamos su presencia. Somos sus invitados aunque no la veamos venir.
La nostalgia nunca grita, susurra. Aveces calla, pero aun la encontramos más terrorífica cuando ni siquiera aparece. La nostalgia olvidada es un recuerdo sin sentimientos.
La nostalgia entristece, pero a fin de cuentas viene a ser parte de algo que quieres, y echas de menos. Sufres en la nostalgia, pero sabes que si ella no te abandona tu recuerdo seguirá siendo transparente y claro.

¿Te as planteado alguna vez todo lo que significa estar contigo?, ¿Todo lo que supone para mi quererte cerca? ¿O lo mucho que te extraño si no estás a mi lado? Lo feliz que me haces y lo mucho que te quiero, porque, a 100 kilómetros de mi, eres el motivo por el que me despierto cada mañana con una sonrisa en la cara. ¿As notado alguna vez que te falta el aire si no está cerca? Que ya no es mi corazón el que late, porque se ha ido contigo. Lo que supone depender de tu existencia, y de saber que estás ahi, de querer pasar contigo cada segundo de mi vida, y ser capaz de abandonar todo lo que me rodea para irme contigo, que es lo que me hace feliz. Que fantasee con poderte ver todos los días pero que sepa que para eso aun queda mucho tiempo y entonces me venga abajo y espere que tu sepas esperarme, que todo lo que haga, a cada momento y en cada instante sea pensando en ti, sea imaginandote porque no consigo sacarte de la cabeza. Que los planes de futuro que quiero se cumplan, contigo. Y saber que si te vas me falta algo, todo eso que me hace feliz y que se va contigo, todos mis significados.TODO. Porque preferiría una noche a tu lado que mil sin ti pero eso es, cuanto y más, un sueño lejos de conseguirse. Por todo lo que no soy capaz de expresar por escrito, y más.
Tuya.

En la calle de los imposibles, también existen los milagros.

Nos estancamos en los imposibles, dejamos atrás los sueños porque nos parecen improbables. No tentamos a la suerte ni jugamos con la realidad para conseguirlo. Nos asustamos, corremos en dirección contraria. Y a todo aquello que llamamos 'imposible' lo dejamos como ilusiones, una tras otra escondidas en el mismo cajón lleno de  sueños. Hasta que un día, lo abres y dices -Podría haberlo conseguido- .Pero como todo, no se sabe si se puede hasta que se demuestra, o se pierde la oportunidad. Yo, por miedo, pereza, imposibilidad,  no he vivido todos mis sueños momentáneos, aquellos de 'ahora o nunca', aquellos de 'llegaste cinco minutos tarde', aquellos de 'no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy'. Y es que los sueños no son para olvidarlos, son para cumplirlos, que por muy imposible que parezca, también existen los milagros.

Pero los imposibles también existen.

Morderte el corazón a pedazos.

No necesito que me digas ' te quiero', necesito que me lo demuestres. 

Ni rosas, ni inviernos fríos, ni manos congeladas.

No necesito miedos que contengan soplos de esperanza, ni quiero salir viva del intento. 

Que si las promesas no se pueden cumplir ya dirá la vida que haremos con el resto. Porque si solo existe una vida la voy a vivir contigo.

Así que dame la mano, caliéntame el corazón y no dejes que un invierno consuma nuestros más inolvidables días de sol y verano.

Prometeme que el suelo siempre quedará lejos.