También se dice felicidad.

Sonríes, ríes, te mueres a carcajadas. Nos sirven para recordar, nos dan dolor de barriga, nos marean. Hay sonrisas que aparecen cuando más lo necesitas, cuando menos te lo esperas, cuando lo deseas. Sonrisas porque sí, son las que adoro, reír sin más, eso a lo que muchos llaman la edad del pavo, donde a penas se nos borra la sonrisa de oreja a oreja, cuando una carcajada es tu medicina diaria y la mayor diversión es volverte a reír.

Sonrisas de regalos de cumpleaños, de sorpresas que te llenan el corazón, sonrisas llenas de 'te quiero' o de 'no ha podido pasar en mejor momento', sonrisas de ahora o nunca. De las que llenan la mente y no dejan espacio para nada más.Sonrisas de 'te acuerdas de...', sonrisas que cautivan, sonrisas escondidas, sonrisas de inocencia. Hay tantas. Días en los que una sonrisa lo arregla todo, días en los que las hechas en falta. Sonrisas de esperanza, alegría, felicidad, amor. Sonrisas de 'no te marches'. Sonrisas que se necesitan.Sonrisas para sobrevivir. Sonrisas de nostalgia. Felicidad, después de todo.